En el corazón de muchas tradiciones espirituales y místicas, la Energía Sagrada se considera una fuerza primordial que nos conecta con lo divino y con el cosmos. Este concepto abarca diversas prácticas y creencias, desde la veneración de Dios / Diosa hasta el despertar de la energía kundalini, todas enfocadas en la transformación y el crecimiento espiritual.

La Diosa, como arquetipo y deidad, representa la esencia de la energía femenina divina. Ella encarna la fertilidad, la creación, la sabiduría y la naturaleza cíclica de la vida. La conexión con la Diosa es un camino hacia el equilibrio y la armonía, ya que nos permite honrar tanto lo femenino como lo masculino dentro de nosotras.

En muchas culturas, la Diosa se manifiesta en diversas formas y nombres, como Isis en el antiguo Egipto, Durga en la tradición hindú y Gaia en la mitología griega. Cultivar una relación con la Diosa implica prácticas como la meditación, los rituales de la naturaleza, la danza sagrada y la devoción personal. Estas prácticas nos ayudan a sintonizarnos con la energía de la tierra y a reconocer nuestra propia divinidad innata.

La conexión con Dios, Fuente, Supraconciencia, Universo…podemos ponerle el nombre que queramos es un encuentro con ese ser único, con nuestra casa, con la energía vibracional más alta, de donde tod@s venimos y al lugar donde tod@s volvemos. Es un encuentro con una sabiduría ancestral, con nuestro origen, con nuestra esencia.

En mis sesiones de sanación, empleo diversas herramientas y prácticas para facilitar la transmisión de energía sagrada y promover el bienestar holístico. Cada elemento tiene un propósito específico y trabaja en sinergia para crear un espacio de sanación profundo y transformador.

El equilibrio entre la energía de la tierra y del universo nos brindará información energética para mejorar en todos los aspectos de nuestra vida.